Cual es la base de cotizacion: Descubre cómo calcularla y maximizar tus beneficios

La base de cotización es un concepto fundamental en el sistema de seguridad social y pensiones en muchos países. Determina la cantidad sobre la cual un trabajador debe hacer sus aportaciones para obtener diversos beneficios, como la prestación por desempleo, la jubilación y la incapacidad laboral.

Exploraremos en detalle qué es la base de cotización, cómo se calcula y cómo puedes maximizar tus beneficios al gestionar adecuadamente esta cifra clave. También analizaremos los diferentes aspectos que debes tener en cuenta al determinar tu base de cotización y los efectos que puede tener en tu vida laboral y futura.

Índice

Qué es la base de cotización y por qué es importante conocerla

La base de cotización es un concepto fundamental en el sistema de seguridad social y jubilación. Se refiere al salario o sueldo que se utiliza como referencia para calcular las contribuciones y beneficios de los trabajadores. Es importante conocerla, ya que afecta directamente la cantidad de dinero que recibirás durante tu vida laboral activa y en tu periodo de retiro.

La base de cotización se utiliza para determinar, entre otras cosas, el importe de las prestaciones económicas por incapacidad temporal, maternidad, paternidad, riesgo durante el embarazo o lactancia natural, así como el cálculo de las pensiones de jubilación.

Cada año, la Seguridad Social establece una base máxima y mínima de cotización, la cual varía en función del salario mínimo interprofesional y otros factores económicos y sociales. El objetivo de estos valores límites es evitar abusos y garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a una pensión digna y a los demás beneficios de la Seguridad Social.

Cómo se calcula la base de cotización

El cálculo de la base de cotización puede variar dependiendo del tipo de contrato y la situación laboral del trabajador. En general, se calcula multiplicando una determinada proporción sobre la retribución bruta mensual.

Para los trabajadores por cuenta ajena, se utiliza generalmente el 70% de la base reguladora, mientras que para los autónomos se aplica el 80%. Sin embargo, existen diferentes situaciones y normativas específicas que pueden modificar este porcentaje.

Es importante recordar que la base de cotización tiene un límite máximo y mínimo establecido por la Seguridad Social. Si el salario del trabajador supera la base máxima, solo se cotizará por este importe máximo establecido.

Cómo maximizar tus beneficios

Si deseas maximizar tus beneficios de seguridad social y jubilación, es importante considerar ciertos aspectos relacionados con la base de cotización.

  • Aumenta tu base de cotización: En el caso de los autónomos, puedes optar por aumentar tu base de cotización voluntariamente para asegurarte una mayor cuantía de prestaciones económicas y una pensión más alta en el futuro. Esto implica hacer un mayor desembolso mensual, pero puede ser beneficioso a largo plazo.
  • Planifica tu vida laboral: Ten en cuenta que las cotizaciones realizadas durante toda tu vida laboral influirán en la cuantía de tu pensión de jubilación. Por tanto, es importante planificar bien tu carrera profesional y asegurarte de cotizar lo suficiente para lograr una pensión adecuada cuando llegue el momento.
  • Infórmate sobre bonificaciones y reducciones: En algunos casos, existen bonificaciones y reducciones en la cuota de cotización que pueden aplicarse, especialmente para aquellos que inician su actividad como autónomos o para ciertos colectivos específicos. Infórmate sobre estas opciones y aprovéchalas si te corresponde.

La base de cotización es un aspecto clave en el sistema de seguridad social y jubilación. Conocerla y tomar decisiones informadas al respecto puede ayudarte a maximizar tus beneficios y asegurar una mayor protección económica en el futuro.

Cómo puedo calcular mi base de cotización

Calcular la base de cotización es fundamental para aquellos trabajadores autónomos y asalariados que cotizan a la seguridad social. La base de cotización es la cantidad sobre la cual se calcula la cuota que debe abonarse mensualmente para garantizar una serie de prestaciones sociales.

Para calcular tu base de cotización, debes tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, es importante determinar el régimen de cotización al que perteneces. Si eres trabajador por cuenta ajena, estarás adscrito al régimen general de la seguridad social. Por otro lado, si eres autónomo, deberás tener en cuenta si cotizas por la base mínima o si has optado por una base superior.

En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, la base de cotización se calcula en función del salario bruto percibido. Generalmente, esta base se corresponde con la remuneración total recibida, incluyendo pagas extras, horas extra y cualquier otro concepto salarial.

Los autónomos, por su parte, tienen mayor flexibilidad a la hora de determinar su base de cotización. Pueden elegir entre la base mínima o una base superior dentro de ciertos límites establecidos por ley. Es importante tener en cuenta que la elección de la base de cotización puede influir directamente en las prestaciones económicas y sociales a las que uno tiene derecho.

Además del régimen de cotización y la elección de la base, también hay que tener en cuenta otros factores específicos según el tipo de trabajador. Por ejemplo, los autónomos societarios deben tener en cuenta el tipo de sociedad y su participación en la misma, mientras que los trabajadores de hogar tienen una legislación específica que regula su base de cotización.

Una vez determinados estos aspectos, puedes utilizar las herramientas y calculadoras disponibles para realizar el cálculo de tu base de cotización. Estas herramientas te permitirán introducir tus datos personales, como el salario bruto, y te proporcionarán las diferentes opciones disponibles para tu caso concreto.

Es importante recordar que la base de cotización no puede ser inferior a la base mínima establecida por ley, pero sí puede ser superior. En ese sentido, muchos autónomos optan por una base superior para maximizar sus beneficios y acceder a mejores prestaciones sociales.

Calcular tu base de cotización es esencial para garantizar una correcta cotización a la seguridad social y acceder a las prestaciones económicas y sociales correspondientes. Para ello, debes tener en cuenta tu régimen de cotización, elegir la base adecuada según tu situación y utilizar las herramientas disponibles para realizar el cálculo.

Cuáles son los conceptos que se incluyen en la base de cotización

La base de cotización es un concepto clave a la hora de calcular las prestaciones y los beneficios de la Seguridad Social. Es el valor económico sobre el cual se realizan las cotizaciones a la seguridad social y, por lo tanto, determina la cuantía de las prestaciones que se pueden recibir en caso de necesidad.

En la base de cotización se incluyen diferentes conceptos, entre ellos podemos destacar:

1. Salario o sueldo

El salario o sueldo es la principal partida que se incluye en la base de cotización, porque representa la remuneración recibida por el trabajador a cambio de su trabajo. Este concepto se refiere tanto al salario base como a cualquier otro tipo de complemento salarial que el trabajador pueda percibir. Es importante tener en cuenta que existen límites máximos y mínimos para la inclusión del salario en la base de cotización.

2. Pagas extras

Las pagas extras son pagos adicionales que se realizan de forma periódica en ciertas fechas específicas, como la paga de Navidad o la paga de verano. Estas pagas también se incluyen en la base de cotización, ya que forman parte de la remuneración total recibida por el trabajador a lo largo del año.

3. Horas extraordinarias

Las horas extraordinarias son aquellas horas de trabajo que se realizan más allá de la jornada laboral establecida. La remuneración de estas horas también debe incluirse en la base de cotización. Sin embargo, es importante señalar que existen ciertos límites legales tanto en el número de horas extraordinarias que se pueden realizar como en la remuneración máxima que se puede incluir en la base de cotización por este concepto.

4. Complementos salariales

Además del salario base, es posible que el trabajador reciba otros complementos salariales, como los incentivos, las comisiones o los pluses. Estos complementos también deben ser incluidos en la base de cotización, ya que forman parte de la remuneración total recibida por el trabajador.

5. Dietas y gastos de viaje

En algunos casos, el trabajador puede recibir dietas y gastos de viaje reembolsables como parte de su remuneración. Estas cantidades también deben ser incluidas en la base de cotización, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos establecidos por la legislación laboral y fiscal.

6. Indemnizaciones por despido

En caso de despido, el trabajador puede recibir una indemnización por parte de la empresa. Esta indemnización también debe ser incluida en la base de cotización, aunque existen ciertos límites establecidos en función de la antigüedad y el salario del trabajador.

La base de cotización engloba diferentes conceptos que representan la remuneración recibida por el trabajador. Tener claridad sobre qué conceptos se incluyen en la base de cotización es fundamental para asegurarse de que se está cotizando adecuadamente y maximizar así los beneficios y prestaciones a los que se puede tener derecho en caso de necesidad.

Cuánto tiempo tengo para corregir mi base de cotización si encuentro un error

Si has encontrado un error en tu base de cotización y necesitas corregirlo, es importante que actúes rápidamente para evitar futuros inconvenientes. El plazo que tienes para corregir tu base de cotización varía dependiendo del motivo del error. A continuación, te explicaremos los diferentes casos y los plazos correspondientes:

Error al declarar ingresos

Si has cometido un error al declarar tus ingresos y esto ha afectado tu base de cotización, debes corregirlo lo antes posible. Según la normativa vigente, tienes un plazo de 4 años para rectificar estos errores desde la fecha en la que se presentó la declaración de la renta correspondiente. Para corregirlo, deberás presentar una declaración complementaria o una solicitud de rectificación de autoliquidación.

Error en la categoría profesional

Si te has equivocado al clasificar tu categoría profesional y eso ha afectado tu base de cotización, también debes solucionarlo cuanto antes. En este caso, el plazo para corregirlo es de 5 años desde la fecha en la que se presentó la autoliquidación correspondiente. Deberás comunicar el cambio de categoría a la Seguridad Social y presentar los documentos necesarios que respalden dicha modificación.

Error en los periodos de cotización

Si has omitido períodos de cotización o has declarado incorrectamente las fechas, es vital que lo subsanes lo antes posible. El plazo para corregir este tipo de errores es de 4 años desde la fecha en la que se presentó la autoliquidación correspondiente. Deberás aportar la documentación que justifique los periodos de cotización omitidos o rectificar las fechas incorrectas.

Error en las bases de cotización

En caso de haber cometido un error al calcular tus bases de cotización, debes corregirlo sin demora. El plazo para hacerlo es de 4 años desde la fecha en la que se presentó la autoliquidación correspondiente. Tendrás que presentar una solicitud de rectificación de autoliquidación y adjuntar la documentación que respalde las bases de cotización correctas.

Otros errores relacionados con la base de cotización

Si has detectado cualquier otro tipo de error relacionado con tu base de cotización que no esté contemplado en las situaciones anteriores, te recomendamos que consultes con un profesional especializado en materia de Seguridad Social. Él podrá asesorarte sobre los plazos de corrección y los pasos a seguir según tu caso particular.

Recuerda que corregir un error en tu base de cotización puede tener un impacto directo en tus beneficios futuros, ya sea por mejoras en tu pensión de jubilación, prestaciones por incapacidad o desempleo, entre otros. Por tanto, ante cualquier sospecha de error, es fundamental actuar de manera inmediata y buscar el apoyo necesario para solventarlo correctamente.

Cómo puedo aumentar mi base de cotización

La base de cotización es un factor clave para determinar los beneficios y prestaciones a los que tienes derecho en materia de seguridad social. Es por ello que es importante conocer cómo calcularla correctamente y, además, saber cómo maximizarla.

1. Asegúrate de estar dado de alta en el régimen correspondiente

Para poder aumentar tu base de cotización, debes asegurarte primero de estar dado de alta en el régimen que corresponde a tu situación laboral. Ya sea que estés trabajando como autónomo, como empleado por cuenta ajena o como socio de una sociedad mercantil, cada uno tiene su propio régimen de cotización.

Una vez que te asegures de estar dado de alta en el régimen correcto, podrás empezar a calcular correctamente tu base de cotización y buscar formas de aumentarla.

2. Evalúa la posibilidad de ampliar tu jornada laboral

Una de las formas más directas de aumentar tu base de cotización es evaluar la posibilidad de ampliar tu jornada laboral. Si actualmente trabajas a tiempo parcial, considera la posibilidad de aumentar tus horas de trabajo para incrementar así tu salario y, por ende, tu base de cotización.

No obstante, antes de tomar esta decisión, es importante evaluar cuidadosamente cualquier implicación que pueda tener en tu vida personal y profesional. Asegúrate de contar con los recursos y el tiempo necesario para trabajar más horas y cumplir con tus responsabilidades diarias.

3. Haz aportaciones voluntarias a tu régimen de seguridad social

Además del salario que percibes por tu trabajo, tienes la opción de realizar aportaciones voluntarias a tu régimen de seguridad social. Estas aportaciones te permitirán aumentar tu base de cotización y, al mismo tiempo, incrementar los beneficios que recibirás en el futuro.

Estas aportaciones pueden ser especialmente beneficiosas para autónomos y trabajadores por cuenta propia, ya que suelen tener menos estabilidad laboral y mayores fluctuaciones en sus ingresos. Al realizar aportaciones voluntarias, podrás asegurarte de mantener una base de cotización estable y garantizar así tus prestaciones sociales en momentos de menor actividad o ingresos.

4. Ten en cuenta las bonificaciones y reducciones disponibles

En algunos casos, existen bonificaciones y reducciones en las cotizaciones a la seguridad social que puedes aprovechar para aumentar tu base de cotización. Por ejemplo, si eres un autónomo joven o si contratas a determinados colectivos, es posible que puedas beneficiarte de estas medidas y reducir así el importe que debes cotizar.

Es importante investigar y conocer todas las bonificaciones y reducciones a las que puedes acceder según tu situación laboral particular. De esta forma, podrás sacarles el máximo provecho y aumentar tu base de cotización sin tener que realizar grandes inversiones financieras adicionales.

Maximizar tu base de cotización implica tomar acciones concretas para aumentar tus ingresos y realizar aportaciones voluntarias adicionales. Evalúa tu situación laboral actual y toma decisiones informadas que te permitan incrementar tu base de cotización y garantizar así tus prestaciones y beneficios en el futuro.

Qué pasa si mi base de cotización es muy baja

Si tu base de cotización es muy baja, es importante tener en cuenta que esto puede afectar significativamente tus beneficios en el futuro. La base de cotización es la cantidad sobre la cual se calculan las contribuciones a la seguridad social y los beneficios que recibirás cuando te jubiles o cuando necesites cobrar una prestación por incapacidad. Por lo tanto, si tu base de cotización es baja, es probable que tus futuros beneficios también sean bajos.

Hay varias razones por las cuales tu base de cotización puede ser baja. Una de ellas es si has estado trabajando en empleos mal remunerados o de medio tiempo durante gran parte de tu vida laboral. Esto suele ocurrir especialmente en profesiones no cualificadas o en trabajadores jóvenes que están empezando en el mercado laboral.

Otra razón puede ser si has tenido períodos de desempleo prolongados. Durante estos tiempos, es posible que no hayas estado cotizando a la Seguridad Social, lo que puede haber reducido tu base de cotización.

Si te encuentras en esta situación y quieres maximizar tus beneficios, existen algunas opciones que podrías considerar. Una opción es tratar de aumentar tu base de cotización actual. Esto se puede lograr buscando empleos mejor remunerados o trabajando más horas para incrementar tus ingresos y, por ende, tu base de cotización.

Otra opción es contratar un plan de pensiones privado complementario, que te permita ahorrar dinero adicionalmente a través de la cotización voluntaria. Esto podría ayudarte a compensar la baja base de cotización y garantizarte una pensión más sustancial en el futuro.

Es importante mencionar que también puedes optar por realizar aportaciones voluntarias al sistema de seguridad social. Esto te permitirá incrementar tu base de cotización y, por lo tanto, aumentar tus beneficios futuros.

También debes tener en cuenta que, dependiendo del país donde residas, es posible que existan programas o ayudas especiales para personas con bases de cotización bajas. Infórmate sobre las políticas y programas disponibles en tu lugar de residencia para aprovechar todas las opciones posibles.

Si tu base de cotización es muy baja, es fundamental que tomes medidas para maximizar tus beneficios futuros. Ya sea buscando empleos mejor remunerados, contratando un plan de pensiones privado complementario o realizando aportaciones voluntarias al sistema de seguridad social, existen varias opciones disponibles para ayudarte a garantizar una pensión más sustancial en el futuro.

Influye la base de cotización en el cálculo de mi pensión

La base de cotización es un factor clave en el cálculo de la pensión que recibirás una vez te jubiles. Aunque muchas personas no le prestan mucha atención a este aspecto, es fundamental conocer cómo se calcula y cómo puedes maximizar tus beneficios a través de ella.

En términos generales, la base de cotización es el salario o ingresos sobre los cuales se calcula la cuota mensual de la Seguridad Social que debes pagar como trabajador/a por cuenta ajena o propia. Esta base determinará tanto la cantidad que debes abonar mensualmente, como los derechos y prestaciones a las que tendrás acceso en el futuro, como la pensión de jubilación.

¿Cómo se determina la base de cotización?

La base de cotización se establece en función de los ingresos que percibes como trabajador/a. En el caso de trabajadores/as por cuenta ajena, suele coincidir con tu salario bruto mensual, aunque existen límites máximos y mínimos establecidos por ley. Es importante destacar que estos límites varían anualmente, por lo que siempre es recomendable estar informado/a de las últimas actualizaciones.

Si eres autónomo/a, la base de cotización la eliges tú mismo/a entre una serie de opciones, dentro de los límites establecidos también por ley. Existen diferentes bases de cotización en función de tus necesidades y preferencias, cada una con sus ventajas y consideraciones a tener en cuenta.

Es crucial tener presente que, la elección de una base de cotización baja implica una menor cuota mensual a pagar, pero también se traduce en una menor pensión futura. Por otro lado, una base alta implica un mayor desembolso mensual, pero a largo plazo te garantiza una mejor pensión.

¿Cómo puedo maximizar mis beneficios a través de la base de cotización?

Si deseas maximizar tus beneficios y asegurarte una buena pensión en el futuro, es recomendable optar por una base de cotización lo más alta posible dentro de tus posibilidades económicas. Esto implica asumir una cuota mensual superior, pero también te proporciona mayores derechos y prestaciones a largo plazo.

Además, es importante destacar la importancia del tiempo de cotización. Cuanto más tiempo hayas cotizado y lo hayas hecho a una base elevada, mayor será el importe de tu pensión cuando llegue el momento de jubilarte. Por tanto, es conveniente empezar a planificar tu futuro cuanto antes y cuidar la elección de tu base de cotización desde el inicio de tu vida laboral.

La base de cotización es un elemento clave en el cálculo de tu pensión de jubilación. Conocer cómo se determina y cómo puedes maximizar tus beneficios a través de ella es fundamental para asegurarte una buena calidad de vida en esta etapa de tu vida.

Recuerda que elegir una base de cotización alta implica un mayor desembolso mensual, pero te proporcionará una mayor pensión en el futuro. Siempre es recomendable informarte bien, planificar con anticipación y tomar decisiones acordes a tus necesidades y situación económica.

Qué beneficios puedo obtener al tener una base de cotización alta

La base de cotización es un elemento fundamental en el cálculo de las prestaciones de la Seguridad Social. Tener una base de cotización alta puede traer consigo diversos beneficios que van más allá del simple cumplimiento de nuestras obligaciones como trabajadores.

Uno de los principales beneficios de contar con una base de cotización alta es la posibilidad de acceder a prestaciones económicas más altas en caso de enfermedad o incapacidad temporal. En estos casos, la cuantía de la prestación se calculará en función de la base de cotización, por lo que cuanto más alta sea, mayor será la cantidad que recibiremos mensualmente durante nuestro período de baja.

Otro beneficio importante es el impacto positivo que puede tener a la hora de calcular nuestra pensión de jubilación. La pensión se determina en base a los años cotizados y a la base de cotización media del periodo de tiempo establecido. Por tanto, si hemos cotizado con una base alta durante gran parte de nuestra vida laboral, podremos obtener una pensión más elevada al llegar a la edad de jubilación.

Además, contar con una base de cotización alta también puede ser beneficioso a la hora de solicitar préstamos o créditos. Al tener unos ingresos declarados más elevados, es probable que las entidades financieras nos ofrezcan mejores condiciones y mayor capacidad de endeudamiento.

Es importante destacar que el cálculo de la base de cotización se realiza en función de nuestros ingresos, pero existen ciertos límites establecidos por ley. Por tanto, es recomendable analizar detenidamente nuestras necesidades económicas y evaluar si resulta conveniente ajustar nuestra base de cotización para maximizar nuestros beneficios.

Tener una base de cotización alta puede ser muy ventajoso, tanto a corto plazo, al acceder a prestaciones económicas más altas en caso de baja laboral, como a largo plazo, al obtener una pensión de jubilación más elevada. Además, puede mejorar nuestra capacidad de acceso a financiación. Por ello, es importante conocer cómo se calcula la base de cotización y analizar si resulta conveniente ajustarla para aprovechar al máximo los beneficios que nos ofrece el sistema de Seguridad Social.

Qué implica tener una base de cotización baja en términos de protección social

Tener una base de cotización baja puede tener importantes implicaciones en términos de protección social. La base de cotización es el valor económico sobre el cual se calculan las cotizaciones a la seguridad social, y determina la cantidad de prestaciones sociales a las que tienes derecho.

Si tu base de cotización es baja, es probable que los beneficios que puedas recibir en caso de incapacidad temporal o permanente sean también bajos. Esto significa que en caso de enfermedad o accidente, podrías verte en una situación económica difícil al no poder contar con unos ingresos suficientes para cubrir tus necesidades básicas.

Además, una base de cotización baja también afecta a otros aspectos de la protección social, como la pensión de jubilación. Si durante tu vida laboral has cotizado sobre una base baja, lo más probable es que tu pensión sea también baja, lo cual puede suponer un problema a la hora de mantener tu nivel de vida una vez te retires.

Tener una base de cotización baja implica una menor protección social y puede tener consecuencias negativas en tu bienestar económico futuro. Por ello, es importante conocer cómo se calcula la base de cotización y tomar medidas para maximizarla y garantizar así una mayor protección social.

Existen formas legales de reducir mi base de cotización

Sí, existen formas legales de reducir tu base de cotización y así maximizar tus beneficios. La base de cotización es el importe sobre el cual se calculan las cotizaciones sociales que debes pagar como trabajador autónomo o empleado. Cuanto mayor sea tu base de cotización, mayor será la cantidad de cotizaciones sociales que deberás abonar cada mes.

Una de las formas más comunes de reducir tu base de cotización es optar por la base mínima establecida por ley. Esto implica elegir el importe más bajo permitido según tu categoría profesional. Si bien esto puede parecer desventajoso a primera vista, ya que tus prestaciones futuras estarán calculadas en función de esta base, puede ser una opción interesante si tienes otros ingresos o fuentes de ingresos.

Otra forma de reducir tu base de cotización es a través del uso de gastos deducibles. Los gastos deducibles son aquellos gastos que puedes restar de tus ingresos antes de calcular tu base de cotización. Estos incluyen los gastos relacionados con tu actividad laboral, como alquiler de local, material de trabajo, seguros, formación, entre otros.

Además, existen ciertas bonificaciones y ayudas a las que puedes acceder si eres trabajador autónomo. Estas bonificaciones reducen la cuantía de tus cotizaciones sociales y, por lo tanto, también tienen un impacto en tu base de cotización. Puedes consultar las diferentes bonificaciones y requisitos aplicables en función de tu situación y actividad laboral en los organismos correspondientes, como la Seguridad Social o el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Es importante recordar que, aunque la reducción de tu base de cotización puede tener beneficios a corto plazo en términos de reducción de las cotizaciones sociales a pagar, también puede afectar tus prestaciones futuras, como las pensiones o las prestaciones por desempleo. Por lo tanto, es fundamental evaluar cuidadosamente cuál será el impacto a largo plazo antes de tomar cualquier decisión.

Existen varias formas legales de reducir tu base de cotización y maximizar tus beneficios como trabajador autónomo o empleado. Optar por la base mínima establecida por ley, aprovechar los gastos deducibles y acceder a bonificaciones y ayudas son algunas estrategias que puedes considerar. Sin embargo, es necesario tener en cuenta las implicaciones a largo plazo antes de tomar cualquier decisión. Siempre es recomendable consultar con un profesional especializado en materia laboral o fiscal para recibir asesoramiento personalizado.

Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué es la base de cotización?

La base de cotización es el salario o remuneración que se toma en cuenta para calcular las cotizaciones a la seguridad social.

2. ¿Cómo se calcula la base de cotización?

La base de cotización se calcula tomando como referencia el salario bruto mensual, sumando las pagas extras prorrateadas y restando las percepciones no computables como dietas o indemnizaciones por despido.

3. ¿Puedo elegir mi propia base de cotización?

No, la base de cotización viene determinada por una serie de normativas y límites establecidos por la seguridad social.

4. ¿Cómo puedo maximizar mi base de cotización?

Para maximizar tu base de cotización puedes optar por contratos de trabajo con una mayor remuneración, solicitar el pago de pagas extras no prorrateadas o realizar aportaciones voluntarias a planes de pensiones.

5. ¿Qué beneficios obtengo al aumentar mi base de cotización?

Al aumentar tu base de cotización, estarás contribuyendo con una mayor cantidad a la seguridad social, lo que te permitirá acceder a una mayor cobertura de prestaciones sociales como la jubilación, el desempleo o la asistencia sanitaria.

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